lunes, 3 de noviembre de 2014

Hasta el día de mi cumpleaños...





El próximo día 19 de este mes de noviembre  es mi cumpleaños.

Si me he decidido a escribir esta carta, es porque  estoy en una situación  bastante  mala en  mi vida… 
Vivo con mi perrita.  Mi vida es  entre las paredes de  mi casa.  No puedo  realizar trabajos, primero por un accidente  que sufrí hace años que me dieron el alta con  secuelas, pero más o menos   iba tirando con cositas  que  podía realizar en casa y ganaba algo de dinero.
Y  actualmente  estoy diagnosticada de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva  crónica).  Aparte de eso con otros  problemas añadidos que  se  han ido sumando y  restándome calidad de vida.

Hasta  hace un mes más o menos  me iba moviendo  en mi coche en distancias cortas, para  ir  siempre a  las pruebas al hospital, pues no tengo  absolutamente a nadie que me pueda llevar.  No puedo  coger autobuses pues me mareo mucho, taxis es literalmente imposible y  ahora el coche se ha roto… 
  
 Tengo muchas pruebas médicas pendientes  que tengo que realizarme y es vital para el seguimiento de mis enfermedades.
Algunas pruebas  tengo que ir acompañada,  pues son complicadas. Pero tampoco tengo a nadie.

Ni familia, ni amigos o amigas que ya se puedan implicar. Los primeros meses tenía   una amiga que  iba conmigo, también me ayudó mucho económicamente para comer.  Pero  va pasando el tiempo y entiendo que  “no puedo ser una carga  ni para ella ni para nadie”.   
 He ido aceptando con dignidad  los reveses de la vida. 
Pero llega un momento  que me topo con la realidad y  no encuentro salida. Tengo mis momentos de “yo puedo”… y me auto engaño, ¿cómo voy a poder? Ni puedo trabajar, ni  tengo entrada de dinero, las ayudas  no las hay.   La que recibí de 400 euros hace unos meses fueron directamente  para pagar las facturas de  la luz y agua. Y ya no  tengo derecho a  ninguna otra prestación.

La trabajadora social  estuvo hace una semana en mi casa, para valorar  si yo entraba en el programa para  “una ayuda de 2 horas a domicilio”,  que  por mi situación  de no poder   realizar las cosas básicas de casa, y la cual está  muy abandonada. Aunque  a veces poco a poco, puedo  pasar la escoba, o recoger la ropa… poco más.
Me dice que “soy  muy joven para beneficiarme de esa ayuda”. 
 Pero yo no puedo pagar a una  persona y me ayude  en esas tareas.  Le muestro toda  la documentación médica, mis diagnósticos y  todo  lo que me queda por hacer…. Pero  me dijo que   estaba el tema mal, que yo  “aún podía caminar sola al baño”…. Me sentí vapuleada,  no había ni un ápice de empatía, nada…
Se marchó alegando  de que fuera al distrito a recoger la solicitud, que a ella se le había olvidado. Yo le  respondí ¿cómo voy  hasta allí, si  no tengo  medios…?  Me repite lo mismo,... y se va.

Estos días que me noto  más agobiada, me he planteado  lo de mi perrita la cual adopté hace   un año y 8 meses y es todo para mí.  Los médicos me ha dicho que  "mi salud se estaba agravando por la alergia  y que  tenía que  dársela a alguien para ser cuidada...

Siempre oculté a  mi neumólogo y otros médicos  cuando me preguntaban, ¿tienes algún animal de compañía? Le respondía  siempre lo mismo... No, pues sabía  que en la pruebas  que  me había realizado  salió  fatal, con muchas alergias entre ellas "perros, gatos", etc. 
  Mi perrita es lo que me ha dado  ánimos,  es muy buena y cariñosa conmigo,  no me imagino mi vida si mi  única alegría y  es lo único que me queda y la adoro!

Lo triste es que  no  tengo lo que considero más elemental para  sentirme motivada… Una familia, una mano amiga incondicional,  unas simple llamadas de teléfono de las pocas personas que saben mi estado… Ya  apenas suena el teléfono. 
Sentirme querida  por alguien, el calor humano, un abrazo…. Eso me daría VIDA.

Pero no hay nadie, solo mi perrita y yo… Van pasando los días y  denoto como anímicamente  voy cayendo vertiginosamente…  Saber que  mi enfermedad se irá agravando me HUNDE  más si cabe… A veces logro desconectarme y pasar días y días sin pensar en  nada.... 
Y vivo así como en una montaña rusa...
¿Merece la pena pasar por esto, más aún sabiendo que no tiene CURA?

Curiosamente aparte de esa amiga que  es la única que ha estado ahí…

 Tengo un "amigo" de  la infancia, él  también ha venido mucho a  casa,  alguna vez me  trajo  agua, leche, unos plátanos… Pero siempre  que me ayudaba me intentaba inducir  al que yo lo complaciera y “la condición es que  yo a cambio tenía  que darle sexo”. Un hombre que  conozco desde niña, que mis padres (ya fallecidos) eran como familia de los padres de esta persona… Ahora he puesto distancia.(...)

Y luego una prima, que  sabe perfectamente mi situación, pero opina “que  tengo que ser positiva”.  Cambiar de actitud. Es decir si no tengo  dinero para comer,  para  mis medicamentos, y cosas básicas, tenías que ser positiva...  y casualmente me lo decía  cuando salía de algún ingreso hospitalario, en vez de sumar me restaba con sus continuos reproches.
 ¡Qué fácil  es decir eso, cuando  no carece de nada,  y  está allá arriba en la cima!  
 Yo no lo he pedido nada… Ella sabia de mi  situación porque  la perrita que tengo, me la dejó ella dado que su hijo no la quería en su casa, y buscaba   a alguien que la adoptara… Y  la última vez que estuve ingresada tuvo que llevársela un par de días a su casa, ¡¡fue cuando más me llamó por teléfono!! …Hasta que regresé a casa  me  devolvía al instante a la perrita  y ni una llamada más...
Esperaba  ayuda de ella y solventar  parte de mi problema económico pues  afortunadamente  tiene un nivel adquisitivo  muy bueno. Pero nunca mostró el menor interés  por mi salud, ni tan siquiera cuando se enteraba que estaba sola en  el hospital.
 
  Nunca he sido una cobarde, todo lo contrario. Siempre   he luchado en esta vida. Siempre visualizaba  y hacia planes de  trabajo y los ponía en marcha.  Salía  con grupos diversos de  senderismo, asaderos, fiestas… Pero  en vista de  todo estos reveses  que me ha venido, he tenido que adaptarme a mi nueva situación.  
 A veces  miro las fotos  en las cuales siempre estoy sonriendo…
 Y ahora  miro las  fotos de esas mismas  fiestas,  pero donde falto yo…
 ¿Cómo voy a decirles  a personas que  “son más bien amistades” mi vida….?  No es por orgullo, quizás por  temor  a sufrir más rechazos. Aparte que he visto como ya la gente  mira hacia otro lado, y vivimos en un mundo en el cual te valoran según tienes...  Lo sé por  propia experiencia. Obviamente  tampoco espero nada de nadie,  y que cada cual va a lo suyo y  no, no  quiero estar en boca de nadie, "lo que fui y lo que queda"...

Voy a esperar  hasta el 19 de noviembre mi cumpleaños,  y si lo hago es porque un ser muy querido por mi, lo que más quiero en este mundo “mi hijo” el cual  estuvo en  casa hasta que ingresó  en un psiquiátrico por sus impulsos agresivos,  y el odio que le consumía cuando le daban esos brotes.
  
Nunca olvidaré esa mirada cuando  me dijo el año pasado,  en el día  de mi cumpleaños,  en un momento que estaba fuera de si….”¿Sabes que te deseo? ¡¡Qué este sea tu último cumpleaños!!”.
Pienso que si me ocurriera algo,  esas palabras le pesarán toda su vida. 
Esperaré que pase “mi cumpleaños”.  
 Y luego… No lo sé!

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