Querido hijo, quizás un día leas esta carta, lleva años guardada.
Nunca has aceptado las normas de casa, ni del colegio, ni de nadie.
Pero hijo, mientras vivas en esta casa obedecerás las
reglas, acatando las normas y nunca comparándote conmigo, pues cuando tú hayas
caminado los 52 años que he caminado yo, entonces hablamos y me cuentas,
pero mientras yo sea responsable de tu
educación, de decirte cuando te
equivocas, y aunque discrepes de mis argumentos,… no te permito que te
pongas a mi altura,… pues pese lo que te pese, yo soy la madre y tú el hijo.
Cuando
tengas tu casa pondrás tus propias reglas. Aquí, en esta casa, no gobierna la
democracia, no hice campaña electoral para ser tu madre: tú no votaste por mí.
Somos madre e hijo y yo acepto
respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptarla
adquiero la obligación de desempeñar el papel de madre/padre.
Recuerda…No soy tu colega, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros. Soy tu madre.
Recuerda…No soy tu colega, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros. Soy tu madre.
¡Y eso es cien veces más que un amigo!
También soy tu amiga,… pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme,… porque todo lo que yo te diga estará motivado por el bien tuyo, por ayudarte a terminar tus estudios y tengas un buen porvenir. Que comiences a aceptar tus errores y que no lo tomes como tal, sino como aprendizaje. A ser responsable, respetar y nunca ir de victima de la vida,… pues todo ocurre por una razón…
También soy tu amiga,… pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme,… porque todo lo que yo te diga estará motivado por el bien tuyo, por ayudarte a terminar tus estudios y tengas un buen porvenir. Que comiences a aceptar tus errores y que no lo tomes como tal, sino como aprendizaje. A ser responsable, respetar y nunca ir de victima de la vida,… pues todo ocurre por una razón…
A medida que vayas
avanzando y madurando, te darás cuenta que algún día tendrás que descargar de tu espalda esa mochila pesada,… en la cual
lleva rencores, ira, rabia, agresividad…
Sólo entonces podrás continuar el camino sin el lastre que llevas guardado, y comprobarás que el camino te será más liviano y ligero.
Sólo cuando te des
cuenta, de que ya es hora de
que dejes de juzgar lo que tú
consideras “errores de los demás” y sintiéndote
que eres el que más ha sufrido, el mártir y la victima… Otorgándote el derecho
de culpar a los demás de tu vida actual,
llegando a perder tú control,…y eso si que es grave. Asume tus actos.
Recuerda de cuántos errores has cometido,… no te
justifiques con la excusa de que eso es pasado,… eso no es válido y no te
exculpa, ni te da el derecho a
echarle a otros tu lastre, ¡qué
fácil es echarle las culpas de tus actos a
otras personas!
Mientras no cambies el chip y recapacites,
estarás metido en una especie de bucle.
Ya es hora de que
te encares con tu pasado, con tus actos, errores,…es la única manera de que te
des cuenta que a veces tú puedes ser
tu peor enemigo. Y solo entonces, cuando
te reconcilies contigo mismo, podrás
tener una convivencia más
llevadera y lo más importante llena de armonía y buena comunicación.
Pasa hoja y comienzo a escribir cada día nuevas metas para tu futuro,… piensa que
si quieres puedes. Tú tienes la capacidad,
pero te falta constancia… Piensa
que es lo que quieres hacer el día de mañana, ¿verte sin estudios,
sin trabajo, y tirado en la calle?
O bien,
¿aprovechar ahora el tiempo, sacar el curso, opositar y ser una persona
independiente, respetada y autosuficiente?
Piénsatelo, pues
los años pasan rápido y lo peor es que no te das cuenta que actualmente si no
te labras un porvenir, jamás serás nada… Yo
no estaré siempre, y tienes que
ser consciente de que yo he vivido más
de medio siglo…
Yo pensaba hace tiempo que mi madre duraría muchos años, pero se
murió con ocho años más que yo… Con
la diferencia de que yo vivía en mi casa, tenía mis estudios, un trabajo
y no dependía económicamente de ella ni
de nadie.
Te digo todo esto,
para que reacciones. Pese a que tienes un “padre” que nunca ha ejercido como
tal,… tú lo admiras porque tiene una
gran casa, un trabajo,
muchas cosas materiales.
Te ha hablado mal de mí, inclusive enseñándote
documentos y contándote historias surrealistas para desacreditarme, y sin conocer de nada a ese hombre ¡le crees, y
eso es aún más surrealista! Más aún, porque yo sola sin ayudas de nadie, me vi con dos niños, uno de 13 años y tú de 1 mes. Yo sola los eduqué a ambos, luché, y siempre buscaba soluciones y si no las hallaba, tiraba adelante como una
jabata.
¿Alguna vez yo te he enseñado informes de tu
padre, diagnósticos psiquiátricos, escritos
de él donde se retrata él mismo? No, nunca lo he hecho, es ahí donde radica la diferencia entre ese hombre y yo.
Pensé que con los años, te darías cuenta tú solito
de la realidad, pero he visto que no es
así y es cuando me dejas mucho que
pensar…
Te mueves por puro
interés, y la vida te dio un gran palo…Traicionaste
a tu madre, y me vendiste como judas,…pensando
que al vivir con un completo desconocido, porque te daba dinero, ropa,
libertad… Pero a él le daba igual, pues se vio en un compromiso cuando le contaste toda esa parafernalia, y así se compadeciera de ti,… y todo para poder vivir en su casa.
Duró muy poco tu instancia allí, ¡dos semanasa
y te echó de su casa! Obviamente es
normal, dado que después de once años
sin verte, era imposible que te sintiera
como un hijo y más porque ya él tiene a
su nueva familia, en la que tú no tenías
ni tendrás cabida… Y cuando se dio cuenta de que era imposible integrarte en su
familia, por los motivos que fueran,… te echó
a las dos semanas y te trajo de nuevo a casa,… en la noche,… con
rabia, desprecio y sin derecho a retorno.
Te digo todo
esto, pese a que te duela, para que te
des cuenta de que la vida no es siempre del color que tú la miras, a veces hasta distorsionas la realidad.
Ya es hora de
que aceptes las adversidades, pues eso
te hace más fuerte. Qué comiences a brillar con tu propia luz, que irradies
positividad y esperanzas… Nadie lo hará
por ti, eres tú el dueño de tus pasos, de tus
caídas, y de eso se aprende, de tus propios errores.
Qué dejes de ser
la víctima, de lamentarte,… muchos
amigos/as tuyos, viven
experiencias similares o mucho peor. Ni
tan siquiera tu mejor amigo es feliz como tú te crees ¿Por qué tenga unas ropas
de marca? Pero te has planteado como es la convivencia con su madre,… la cual
es mucho más estricta que yo… ¿Te crees que su madre le da el dinero sin nada a
cambio? ¿Quien le hace la comida? ¿Cuando la ve? Cuantas veces le grita por no tener su cuarto limpio, la cocina, o cosas
menores (…)
Cuantas veces le
castiga o le pena…. La diferencia es que ese
amigo “siempre” respeta a su madre y acata
sin rechistar lo que ella le imponga. He ahí la única diferencia entre tu amigo y tú,… el respeto.
Tú has llegado a sobrepasar el límite del bien y
el mal… Te has creído muy valiente cuando con tu sarcasmo has intentado
humillarme,… cuando sin cortarte lo más mínimo has proferido todo tipo de
insultos, descalificaciones y vejaciones gravísimas.
Has llegado a
robarme cosas para venderlas, dinero,… pero
nunca pensé que llegaras a
delinquir (porque eso es un delito) cogiendo de mi cartera mi tarjeta de crédito para robarme dinero del banco… Si por mi mente
hubiera pasado por un instante que
llegaras tan lejos,… cosa que ni remotamente pensé,… jamás me imaginé que llegarías a tal extremo, de lo
contrario hubiera cambiando la clave, nunca lo hice…. Y robaste sin tener
ningún escrúpulo, ni sentir el más
mínimo remordimiento,… ni en las consecuencias….
Para más INRI,
casualmente me entero que cada día que hablabas con la chica que estás saliendo ahora (Laura) siempre te
preguntaba, ¿no estarás llamándola al móvil?
Y tú decía cada
día lo mismo, que no, que la estoy llamado al fijo… Y todas esas horas
acumulada desde mi teléfono fijo, porque
volviste a mentir… llamabas al móvil y
llamadas de hasta una hora…. En una semana me llegará la factura, y ya me consta por telefónica que las llamadas
a ese número del móvil eran muy elevadas…
Tu respuesta,…
algún día cuando trabaje te lo pagaré,… pero es que flipo en colores.
¡Ya no se trata de “lo pagaré” se trata de las
mentiras un día y otro también,… se trata de que este mes me ha dejado la cuenta
en rojo,… de que no podré hacer frente
a esa factura…. Y dices muy tranquilo “algún día cuando trabaje lo
pagaré”.
No aceptas la
gravedad de su comportamiento, de que
todo esto le traerá consecuencias en el futuro…
Claro, es que tu madre siempre perdona, ¿no? Pero todo tiene un límite,
y tú has llegado
demasiado lejos… Tu vida ronda y usas a las personas por puro interés materialista… Vas por muy mal
camino, e intentado dialogar contigo para que
te des cuenta de que te estás
convirtiendo en un “delincuente” y por
muchas tácticas que he utilizado…. Desde
que ves una oportunidad de robar, sea
dinero, joyas, y un largo etc. Lo
justificas y te defiendes con descalificativos e insultos, vejaciones, enfrentamientos hacia tu madre,
es decir “yo”, y siempre ocurre
cuando no consigues lo que quieres.
Pero ya
tu madre no confía, tiene que cerrar puertas con llaves,… vivir bajo el mismo
techo con su propio hijo de 16 años
y haber perdido toda la confianza, eso si es terrible, no
se puede
convivir de esa manera con nadie, es un sin vivir.
Pese a todo,
te quiero y lucharé por ti…
Tu madre.
© Jennie Smith - 17 de marzo de 2012